¿Amor o afecto? Aunque puedan parecer similares, son dos cosas distintas. Con experiencia y consejos de expertos, puedes aclarar estas diferencias dentro de ti.
¿Amor o afecto? Aquí está la clave para decidir
El amor romántico suele ser un objetivo fundamental para muchos. Ya sea que te hayas enamorado antes o lo estés experimentando por primera vez, probablemente veas al amor como la cima de las experiencias románticas, tal vez incluso de la vida misma.
Con el tiempo, sin embargo, puede que empieces a pensar: “Lo quiero” en lugar de “Estoy enamorado de él”. Este cambio refleja cómo evolucionan los sentimientos de amor en una relación, especialmente en los compromisos a largo plazo.
Cuando estás enamorado
El amor te llena de euforia
Créelo o no, el amor es un tipo de proceso científico. Enamorarte desata una avalancha de hormonas que intensifican tus emociones y hacen que fluctúen drásticamente.
Cuando estás cerca de tu pareja, los niveles elevados de dopamina y norepinefrina pueden provocar sensaciones de:
- Alegría
- Euforia
- Nervios emocionantes
- Ganas de reír sin razón
Mientras tanto, una disminución de serotonina puede alimentar tu obsesión por esa persona. Las hormonas sexuales, como la testosterona y el estrógeno, también juegan un papel importante al aumentar el deseo y generar atracción.
No puedes esperar a verlo de nuevo
Aunque hayas pasado todo el día con tu pareja, te sientes vacío tan pronto como se va. Te preguntas qué estará haciendo, si estará pensando en ti. Aunque ya tengan planes para verse mañana, no puedes evitar preguntarte cómo vas a soportar el tiempo que falta.
Este anhelo intenso es típico cuando estás enamorado. Aunque pasar tiempo separados es saludable, no significa que lo disfrutes. Si no puedes sacarlo de tu mente incluso cuando no está, es probable que estés disfrutando de esa dulce y amarga emoción del amor.
Todo parece emocionante y nuevo
El amor puede cambiar tu perspectiva. Incluso actividades tan simples como ir al supermercado se sienten divertidas.
Es probable que también veas otros aspectos de tu vida con ojos nuevos. Muchas personas enamoradas se sienten más abiertas a probar cosas nuevas o explorar actividades que les gustan a sus parejas, incluso si antes no les interesaban.
Probar experiencias nuevas puede ser gratificante, pero no te sientas presionado a hacer cosas que no te atraen genuinamente.
El amor inspira altruismo
Cuando estás en la cima del amor, puedes sentirte completamente dedicado a tu pareja, dispuesto a hacer cualquier cosa para aliviar sus problemas o alegrar su día.
La empatía y el vínculo que estás formando pueden llevarte a apoyarlo en lo que necesite. Sin embargo, las hormonas del amor a veces pueden nublar tu juicio.
Si sientes la tentación de hacer cambios drásticos en tu vida, como dejar tu trabajo para mudarte al extranjero con esa persona, tómate un momento para reflexionar. Después de pensarlo bien, tal vez sigas queriendo dar ese paso, pero asegúrate de que también esté alineado con tus propios objetivos.
El sexo es increíble
Aunque el sexo no es un componente obligatorio de una relación romántica, puede desempeñar un papel importante en el fortalecimiento del amor.
La intensidad hormonal puede aumentar tu deseo hacia tu pareja, alimentando la pasión durante los momentos íntimos. En las primeras etapas del amor, el sexo puede profundizar la conexión emocional y fortalecer la intimidad.
Cuando se trata de afecto
El amor tiene muchas formas y evoluciona con el tiempo. Aquí hay señales de que puedes querer a tu pareja, pero tal vez ya no sientas que estás «enamorado».
El afecto te da seguridad
En las primeras etapas del amor, puedes idealizar tanto a tu pareja como a ti mismo, esforzándote por mostrar tu mejor versión. Con el tiempo, a medida que la relación se profundiza, te sientes más cómodo siendo tú mismo.
Esta comodidad no significa que dejes de esforzarte por mantener la relación, sino que adoptas una visión más realista de ambos, dejando atrás las idealizaciones.
Te sientes libre para compartir tus pensamientos
Cuando estás profundamente enamorado, puede que inconscientemente adaptes tus opiniones a las de tu pareja. Con el tiempo, el afecto fomenta la confianza, permitiéndote compartir tus sentimientos honestos sin miedo al rechazo.
Incluso si surgen desacuerdos, confías en que pueden superarlos juntos.
Ves—y aceptas—sus defectos
El amor te permite abrazar a tu pareja como un todo, defectos incluidos, tal como ellos te aceptan a ti. Aunque algunas peculiaridades puedan frustrarte de vez en cuando, suelen parecer insignificantes en comparación con la conexión más profunda que han construido.
La intimidad puede requerir más esfuerzo
En los primeros días del amor, la intimidad suele surgir de forma natural. A medida que la relación madura, puede requerir esfuerzo intencional, especialmente en tiempos ocupados o estresantes.
Planear tiempo de calidad juntos puede fortalecer el vínculo, demostrando que el afecto no disminuye la pasión; al contrario, puede profundizarla.
El afecto requiere compromiso
En la fase de luna de miel, las relaciones pueden parecer perfectas. Con el tiempo, sin embargo, mantener la conexión puede requerir más esfuerzo consciente. El afecto se trata de continuar mostrando cuidado y compromiso, incluso frente a los desafíos de la vida.
Comprender si estás experimentando amor o afecto puede ayudarte a navegar tu relación con claridad e intención. Ambos estados son valiosos a su manera y pueden coexistir, sentando las bases para una relación duradera.